Una historia de amor que nace de las heridas y crece en la lealtad.
Aquí amar es elegir, sostener y caminar juntos aún en la tormenta.
Dos almas que se reconocen, se sanan y se prometen presencia, todos los días, hasta el final de los días con entrega y verdad.
💭 “No eras un milagro fácil; eras mi forma de sanar.”
Letra
[Verso 1]
Estaba solo… aunque el mundo me mirara,
rodeado de voces, de risas que no me hablaban.
Caminaba por la vida sin sentir que era mi hogar,
llenando mis vacíos con sombras que no podían amar.
Pero en cada paso roto
esperaba, sin saberlo, un despertar.
[Pre-Coro]
Y fueron mis errores
los que me enseñaron a mirar…
a reconocer la herida,
a entender qué es amar.
[Coro]
Y yo… te elegí cada día,
compañera de mis días,
mi verdad en la tormenta,
mi refugio, mi alegría.
Y tú… me enseñaste que el amor
no es un eco del pasado,
es la elección que hacemos juntos,
es seguir… siempre a tu lado.
[Verso 2]
En mis caídas aprendí a ser más fuerte,
a soltar lo que dolía, a abrazar mi propia suerte.
Y al levantarme pude ver tu luz llegar,
no eras un milagro fácil… eras mi forma de sanar.
Fuiste calma en mi desorden,
fuiste el tiempo que aprendí a esperar.
[Pre-Coro]
Porque en cada equivocación
se escondía mi verdad:
el amor que yo quería
solo vive en la lealtad.
[Coro]
Y yo… te elegí cada día,
compañera de mis días,
la que abraza mis silencios,
la que entiende mis heridas.
Y tú… me enseñaste que el amor
no se exige, se acompaña;
que crecer es caminar juntos
aunque el mundo se derrumba.
[Puente]
Ohhh…
Si alguna vez dudé,
fue el miedo a merecerte.
Ohhh…
Pero el alma siempre vuelve
al amor que la sostiene.
Hoy ya sé quién soy contigo,
y quién quiero ser después.
Y si la vida se apagara,
te elegiría otra vez.
[Coro final]
Porque yo… te elijo todavía,
compañera de mi vida,
mi futuro, mi esperanza,
mi certeza día a día.
Y tú…
eres todo lo que anhelo,
mi principio, mi descanso.
Y seguiremos compartiendo
nuestro amor…
hasta el final de los días.
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