Escuchar mi silencio, descubrir mi rumbo

Fue en la calma, y no en el ruido de la vida, donde encontré el llamado que transforma todo. Descubrir mi propósito fue dejar de buscar afuera lo que siempre estuvo dentro de mí.

El propósito extraordinario no lo encontré en una edad específica —ni cuando era joven, ni ya de adulto, ni esperando el final de mis días—. Lo descubrí en el instante en que me permití silenciar el ruido del mundo y escuchar mi voz interior.

Fue una revelación que surgió cuando estuve listo para ver más allá de mis máscaras y me animé a reconocer ese deseo profundo de transformar el mundo desde lo que verdaderamente soy.

En mi libro 100 días en calma, lo planteo como:

💭 "En esa calma me encontré con mi propósito extraordinario, quién guía todas las acciones de mi vida."

#Libro Cien días en calma (Oscar Schmitz, 2020)

Entendí que el propósito no se trata de una fecha en el calendario ni de una edad, sino de un despertar.

Para algunos llega en la juventud como una chispa poderosa; para otros, en la madurez cuando lo alcanzado ya no llena; y hay quienes lo encuentran en los últimos capítulos de su vida, con un acto, una palabra o una mirada que transforma a los demás.

Lo verdaderamente importante no es cuándo, sino permitirme transitar ese viaje hacia lo más genuino de mí.

Inspirando un futuro mejor

💭 "La clave es darle un sentido y un propósito de vida. ¿Por qué existimos realmente? ¿Cuál es nuestro propósito extraordinario?"
☀️ Video día 8 – A la deriva

Más preguntas para seguir conversando

1. ¿Qué señales he recibido en mi vida que podrían estar guiándome hacia mi propósito extraordinario?

2. ¿Qué experiencias me han hecho cuestionar el rumbo que llevaba hasta ahora?

3. ¿En qué momentos sentí que mi vida tenía un sentido más allá de lo cotidiano?